La variante mortífera de la bacteria E.coli es desconocida y hasta
ahora no había causado ningún brote infeccioso como el que ha matado 18
personas y contagiado a 1.500, de las cuales 120 están en situación
crítica, afirmaron ayer los expertos que investigan el origen de estos
contagios.
Los pepinos españoles no tienen nada que ver con este brote infeccioso que alarma a Europa, según se supo al completarse los análisis. La canciller alemana Angela Markel llamó por la tarde al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y le anunció la disposición de Berlín para compensar a los productores de España. El líder español había pedido urgentes compensaciones y aludió a un “error clamoroso” de las autoridades alemanas.
Las pérdidas por la denuncia formulada por las autoridades sanitarias de Hamburgo –la ciudad Estado identificada plenamente como el foco de la infección– suman 280 millones de dólares por semana para los productores españoles y no se sabe cuándo se podrán normalizar las pérdidas por la caída en picada del consumo.
La fuente de las infecciones continúa sin ser hallada y sin aclararse en qué punto de la cadena alimentaria se produjo la contaminación.
Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es probable que la gente afectada con poca gravedad no esté buscando atención médica, por lo tanto los funcionarios no conocen la dimensión exacta de la epidemia. “Es difícil saber qué tan contagiosa es esta nueva cepa porque no sabemos el número real de personas afectadas”, señaló.
Lo que ya se conoce es que la infección tiene centro en Hamburgo y se extendió desde allí al norte alemán. Ayer falleció en esa ciudad una anciana de 81 años. De los siete afectados hospitalizados en Gran Bretaña, cuatro son alemanes y los otros tres son británicos que habían viajado a Alemania.
Lo mismo sucede con el resto de afectados en varios países. Todos habían viajado a Alemania. Ayer las autoridades estadounidenses informaron de tres casos sospechosos en ese país. Eran personas que habían estado recientemente en Hamburgo, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
A los hospitales alemanes siguen llegando infectados con distintos grados de contagio. El vocero de la OMS en Ginebra, Gregory Hartl, informó que “la cepa aislada en los casos del brote infeccioso en Alemania nunca se había visto en un brote antes”. Y agregó que “ha sido vista en casos esporádicos pero muy raros” .
El Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades (ECDC) confirmó ayer la identificación de la bacteria que está sembrando el pánico en Europa. Se trata de una cepa rara de la bacteria Escherichia coli, “0104:H4 (Stx2-positiva, eae-negativa, hly-negativa, ESBL, aat, aggR, aap)”. Investigadores chinos y alemanes han señalado que está identificada la bacteria mortífera y que no es el fruto de una mutación sino del cruce entre dos cepas.
¿Pero dónde comenzó la infección? Hasta ahora nadie lo sabe.
Los alemanes han comenzado a buscar en los alimentos, especialmente verduras, frutas, carnes y hasta el agua mineral. Por todos los medios se transmiten mensajes a la población para que se lave las manos varias veces, hierva todos los alimentos que pueda y pele con mucho cuidado la fruta.
La Comisión Europea había levantado el miércoles la alerta sanitaria decretada contra los pepinos españoles, pero Italia, Finlandia y otros países también bloquearon la importación de vegetales.
Los pepinos españoles no tienen nada que ver con este brote infeccioso que alarma a Europa, según se supo al completarse los análisis. La canciller alemana Angela Markel llamó por la tarde al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y le anunció la disposición de Berlín para compensar a los productores de España. El líder español había pedido urgentes compensaciones y aludió a un “error clamoroso” de las autoridades alemanas.
Las pérdidas por la denuncia formulada por las autoridades sanitarias de Hamburgo –la ciudad Estado identificada plenamente como el foco de la infección– suman 280 millones de dólares por semana para los productores españoles y no se sabe cuándo se podrán normalizar las pérdidas por la caída en picada del consumo.
La fuente de las infecciones continúa sin ser hallada y sin aclararse en qué punto de la cadena alimentaria se produjo la contaminación.
Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es probable que la gente afectada con poca gravedad no esté buscando atención médica, por lo tanto los funcionarios no conocen la dimensión exacta de la epidemia. “Es difícil saber qué tan contagiosa es esta nueva cepa porque no sabemos el número real de personas afectadas”, señaló.
Lo que ya se conoce es que la infección tiene centro en Hamburgo y se extendió desde allí al norte alemán. Ayer falleció en esa ciudad una anciana de 81 años. De los siete afectados hospitalizados en Gran Bretaña, cuatro son alemanes y los otros tres son británicos que habían viajado a Alemania.
Lo mismo sucede con el resto de afectados en varios países. Todos habían viajado a Alemania. Ayer las autoridades estadounidenses informaron de tres casos sospechosos en ese país. Eran personas que habían estado recientemente en Hamburgo, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
A los hospitales alemanes siguen llegando infectados con distintos grados de contagio. El vocero de la OMS en Ginebra, Gregory Hartl, informó que “la cepa aislada en los casos del brote infeccioso en Alemania nunca se había visto en un brote antes”. Y agregó que “ha sido vista en casos esporádicos pero muy raros” .
El Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades (ECDC) confirmó ayer la identificación de la bacteria que está sembrando el pánico en Europa. Se trata de una cepa rara de la bacteria Escherichia coli, “0104:H4 (Stx2-positiva, eae-negativa, hly-negativa, ESBL, aat, aggR, aap)”. Investigadores chinos y alemanes han señalado que está identificada la bacteria mortífera y que no es el fruto de una mutación sino del cruce entre dos cepas.
¿Pero dónde comenzó la infección? Hasta ahora nadie lo sabe.
Los alemanes han comenzado a buscar en los alimentos, especialmente verduras, frutas, carnes y hasta el agua mineral. Por todos los medios se transmiten mensajes a la población para que se lave las manos varias veces, hierva todos los alimentos que pueda y pele con mucho cuidado la fruta.
La Comisión Europea había levantado el miércoles la alerta sanitaria decretada contra los pepinos españoles, pero Italia, Finlandia y otros países también bloquearon la importación de vegetales.
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